lunes, 26 de septiembre de 2016

FIBROMIALGIA Y EMBARAZO

Navegando por internet en busca de algún artículo que me aclarara la relación entre fibromialgia y parto, fui a dar al CLUB DE LAS MALASMADRES, donde me he regocijado leyendo este relato, Es paradójico hablar de alegría cuando la realidad que se describe es dura, pero sentirme identificada con la lectura fue como un oportuno vaso de agua en medio de mi constante sequedad.

Sí, ser mamá no es fácil, las imágenes de las postales: la madre acostada espaldas al piso tomando en brazos a su bebé en el aire, la mujer corriendo por un parque y dejándose atrapar por su pequeño, o la que simplemente se toma selfies en las que luce impecable y su hijo ni hablar... con la fibromialgia a cuestas simplemente no son una realidad, al menos no cotidiana.

Siempre me pregunté ¿en qué momento esas geniales mamás de Facebook visten con esas ropas fantásticas a sus pequeños para tomarles una foto o aún más se colocan junto a sus bebés y se congelan en un selfie en que lucen radiantes y llenas de energía? Yo debo reconocer, no lo logré :(  Mi tiempo entre biberones, incontables cambios de pañal, llantos contagiosos, constantes cambios de ropa y la falta de energía que hasta hoy no me abandona, no pude hacerlo.

La culpa de saber que lo que te frena para ser una mejor mamá es un simple "cansancio" es agobiante, y ese agobio es un integrante más que se suma a todo lo que ya traías en tu cabeza, que ahora trabaja de manera desconocida: siempre digo que el embarazo llenó mi disco duro... tantas cosas que ya no puedo recordar, aunque me esfuerce por hacerlo. De pequeña era una máquina de memoria, pero eso quedó atrás, y entonces recuerdo esos momentos y lamento mi padecimiento. No es que me queje, es que lo lamento por todo lo que en mí cambió y por cuánto me ha limitado

En efecto, mil círculos se podrán tejer alrededor del aparecimiento de la fibromialgia en mi vida junto a la venida de mis pequeñas, mis gemelas. Una cosa provoca la otra y vuelves al mismo lugar, ese dolor incurable y ese agotamiento que te afecta sin que se note, sin que los demás lo puedan ver y mucho menos lo comprendan.

No, no es fácil, y aunque incontables veces me he sentido también una mala madre, voy aprendiendo a perdonarme y mis hijas en su infinito corazón lo han aprendido a hacer también.

miércoles, 29 de agosto de 2012

Fuera pañales!


 
  Fotografía  Michell Zappa 
Licencia Creative Commons

Debo reconocer que acerca de este tema no he hablado mucho con otras mamás. Pero supongo que una gran parte de ellas habrán pasado por algún "trabajito" al intentar quitar el pañal a sus bebés.

Hablaré de mi experiencia:

Mis nenas ya tenían más de dos años, y claro, todo el mundo te lo dice: "ya es hora de que dejen el pañal" "ya debes ir intentando", etc. Sin embargo, creo que, como para todo, yo debí programarme para comenzar con este asunto, es decir, no fue muy espontáneo que digamos. Lo único que me consolaba un poco era saber que no estaba tan desubicada pues había leído que los niños no están tan listos para dejar el pañal antes de los dos años

Primero compré un par de bacinillas y las llevé a casa y una tarde logré que una de mis nenas hiciera pipí en ella. De pronto sentí que no sería nada difícil seguir con eso. ¡Pero qué equivocada estaba!

Resultó no ser más que una casualidad, ya que seguían haciéndose pipí, y mojando su ropita. Poco a poco, con algo de explicaciones y mucha paciencia, fuimos logrando que casi no se mojaran durante el día. Sin embargo, justo coincidió con una semana en que tuve que ausentarme durante el día completo de casa, y todo dejó de funcionar. Volvieron a hacerse pipi, y yo lo entendí como un llamado de atención hacia mí, que venía cargado, claro, de una gran dosis de incertidumbre sobre lo que nos esperaba.

Un poco decepcionada, dejé de intentar, hasta que una mañana decidí que les quitaría el pañal a como diera lugar, entré al internet y tuve la suerte de dar con esta página Quitar el pañal en tres días o menos. ¡Santo remedio! Funcionó de manera tan efectiva que no lo podía creer, seguramente tiene razones muy naturales por las que no falla. Lo de los tres días es cierto, aunque claro, los accidentes seguirán ocurriendo pero muy de vez en cuando, lo fundamental es que mis nenas lo lograron, y si funcionó hacerlo con dos niñas al mismo tiempo, supongo que con uno a quien puedes prestar absolutamente toda tu atención podría ser un poquito más fácil.


miércoles, 25 de mayo de 2011

Y CAMINARON OFICIALMENTE...

Hoy, 25 de Mayo del 2011 declaro que mis nenas caminaron oficialmente. Hasta hoy, han pasado miles de cosas, y lo de miles es literal. Pero su relativa independencia física me parece un buen punto de partida para revivir de forma escrita esta particular experiencia de vida.

A medida que avance en mis relatos contaré a veces en retrospectiva, a veces con fuerte carga expectativa, aquellas cosas que marcan la existencia de mis princesas gemelas en la vida de una mamá "común y corriente", yo.